Un pequeño unicornio

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Érase una vez una tierra mágica, tan mágica como tu mente, donde la grama era dibujada por briznas de colores, colores cálidos y alegres, donde el aire que se respiraba era de nobleza y las nubes estaban marcadas por una suave lana.

En esa tierra vivía un joven diferente, sí, muy diferente al resto. Desde que tenía memoria trataba de encontrar su razón de vida, su destino. Y por más que le daba vueltas y vueltas a su cabeza, jamás llegaba a ninguna conclusión.

Decidió preguntarle a todos aquellos que le conocían, y así al escucharles quizás hallaría la respuesta que tanto anhelaba saber.

Fueron días de encuentros, muchos divertidos y hasta un poco alocados. Y las respuestas no fueron tan variadas como el joven creía que serían.

Casi todos coincidían que era un joven solitario, imponente, un pequeño bondadoso,  tierno y guapo. Y para los mayores de aquella tierra mágica, los más sabios, veían en él un ser de radiante aura, a estos últimos no terminó de entenderle.

Después de su exhaustiva investigación, no encontró lo que tanto deseaba.

Pero sí se percató que ninguno había dicho ni un defecto de él, aquello le hizo pensar, y si no lo veían como realmente era, por qué –pensó en voz alta–. Él sabía que tenía muchos defectos, por ejemplo era muy terco y muy confiado.

Ahora con más lío en su cabeza, sólo podría disipar sus dudas siendo directo, preguntando directamente lo que deseaba saber; qué fallos veían en él.

Lleno de valor, se encaminó nuevamente a la tertulia, se acercó al entusiasta elefante, siempre sonriente.

–Perdone Sr. Elefante, qué defectos ve en mí. El elefante quedó maravillado, por tan poca sutileza, y miró fijamente a sus ojos.

–Joven Unicornio (sí, sí, no les había mencionado que nuestro joven preguntón era un hermoso Unicornio, uno muy especial), en ti sólo veo bondad, nada más –respondió.

Y así pasó con muchos a los que nuevamente había visitado. Al no obtener respuestas, o por lo menos las que él esperaba, decidió enrumbarse a casa de Don conejo, todos le conocían por su sinceridad, siempre en exceso.

Al llegar a su casa tocó la puerta, y en un abrir y cerrar de ojos estaba en un acogedor salón, con unas deliciosas galletas de mantequilla y una taza de té caliente. Al hacer la pregunta, una vez más, y esperando la misma respuesta, quedó sorprendido al escuchar aquellas sabias palabras, dichas por un conejo entrado en años aquella tarde de verano.

Don conejo no podía disimular y debía ser totalmente sincero, llevaba toda su vida siendo así, y aquel día no sería diferente.

Viéndolo a los ojos, y con un tono muy dulce la verdad, despejaba aquella duda que llevaba atormentando a nuestro joven Unicornio por tanto tiempo.

–No existe en el universo ningún vicio o defecto que pueda opacar tu grandeza, joven amigo. Tu corazón puro nos regala cada día, a todos los que te rodeamos, Esperanza. Ahí tu poder, el poder más grande de todos.  Cuando nos ves decaídos, con tus palabras nos animas. Cuando estamos grises,  nos iluminas con tu brillo. Así que sería imposible que nada pueda restar lo que tan generosamente nos das.

El joven se sintió algo conmocionado, estremecido como las alas de una delicada mariposa. Y con una dulce sonrisa se despidió de aquel que le había mostrado su grandeza. Pensado para sí, que su mayor valor era él mismo.

Minutos antes pensaba que en aquel hermoso lugar lo querían sólo por su cuerno, aquel mágico y poderoso cuerno, por los milagros y hazañas que había logrado gracias a él.

Después de aquella tarde lo vio con claridad, en sí lo importante era él, con todas sus partes, en su totalidad, en lo que creía, lo que valoraba, hasta lo que soñaba. Porque gracias a todo eso era que actuaba, haciendo el bien o el mal. Había entendido que su cuerno sólo era la forma, la más sorprendente forma, de llevarlo a cabo.

Y es así como un unicornio aprendió, que el mayor de los  poderes está en nosotros mismo, lo que somos, en lo que creemos, en lo que soñamos. Que debemos dar para recibir, como había hecho por tanto tiempo nuestro joven amigo.

Happy Day

By Vane



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