Oso y su afición a los pasteles.
A Oso le gusta mucho su cole, y adora a la señorita María, su profe, aunque tenga una forma muy peculiar de demostrarle su cariño, y es que no hay día que se vaya a casa sin hacer de las suyas, junto a su mejor amigo, Pachi.
A diferencia de su amigo, Oso pasa cada tarde junto a su madre, horneando pasteles y jugando. Como buen ayudante de cocina hace las mezclas de los pasteles, bueno, intentos de mezclas porque los desastre que hace son épicos. A su madre no le importa lo más mínimo, siempre le dice, guiñándole un ojo, que poco a poco mejorará la técnica. Su parte favorita es cuando el bizcocho está listo y le sacan del horno. Le encanta el olor que invade cada rincón de la cocina.
Aunque disfruta mucho en el cole y cada tarde junto a su madre, lo que espera con más ilusión son sus fiestas de cumple. Y como es de imaginar, para él lo más importante es su pastel de cumpleaños. Mientras más grande y esponjoso más feliz está oso.
Le encanta usar su gorro de cumple, y que a casa vengan todos sus primos, a los que quiere y extraña un montón, y es que sus primos viven muy lejos, para visitarle debe levantarse muy temprano, coger el coche y que su madre conduzca 3 horas, lo que para él es eterno, aunque sin duda vale la pena.
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