Un zorro en Ámerica
Érase una vez un lugar en el norte de América donde el sol brillaba cada mañana. Ahí habitaba un Minis, un zorro que había vivido grandes aventuras. Con el tiempo aprendió que se necesitaba de detalles, simples detalles, para la verdadera felicidad. De esos detalles está escrita su historia, la historia de su vida.
El zorro Tin era un Minis solitario que creía que lo más importante era sentirse libre, esa libertad que se tiene al poder decidir qué hacer, qué camino coger, qué campos visitar y a qué hora descansar. Tin pensaba que cualquier compañía coartaría su libertad y le distraería de disfrutar la vida, ésa que el había elegido vivir.
Pero lo que no sabía el joven zorro, o mejor dicho lo que no terminaba de aceptar, es que en realidad lo que tenía era miedo, miedo al rechazo de los demás, por eso había decidido aislarse del mundo.
Pero una tarde, una muy soleada, todo cambió. Había tenido una mañana fantástica, encontró un lugar con encanto, vistas hermosas y rica comida, todo sin mayor esfuerzo, lo que era muy extraño, vamos que cómo empezó el día estaba destinado a convertirse en el mejor de toda su vida. Después de disfrutar de cada instante, el zorro Tin se echó a descansar y mientras tanto pensaba en todo lo ocurrido y fue cuando sintió la enorme necesidad de tener a alguien, un amigo para compartir lo vivido en aquel lugar. Tin había entendido que ese pequeño detalle hubiese hecho perfecta aquella tarde soleada, entendió que no estaba bien aislarse del mundo por tanto tiempo porque al final te aíslas de ti mismo.
Para el joven zorro se habían acabado las aventuras en solitario, empezó a disfrutar de buenas compañías, Tin había descubierto lo que era la amistad y lo que ofrece de verdad. Había aprendido que un bueno momento, sólo será bueno si tienes con quien compartirlo, pequeños detalles que aportan a la vida mayor felicidad.
Arriba Tin, los buenos amigos y los grandes detalles que dan color a nuestras vidas.
^_^
By Vane
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